¡Qué bien huele la azucena!
Lleva los ojos pintados, va de amarillo y rosado,
lleva el alma clara…… clara,
lleva un algo en la mirada
El verano se desnuda
ante azul, azul Febrero,
dejó su ropa tirada
y mi camisa en el suelo
¡Qué bien huele la azucena!
Huele a recuerdos de antaño, sabe a la misa del gallo
Sabe a manzana y durazno y mezcla
Sabor a sauce con licor dulce y rosado
¡Qué bien huele la azucena!
¡Qué bien se siente la tarde!
No hay reloj que me controle
No hay minutos que me llamen
Edmée Cobo Giancáspero
Código: 1101268343836
Bellos momentos, llenos de fragancias y recuerdos
ResponderBorrardonde el tiempo se detiene,se siente bien la tarde, no hay prisas.
¡¡¡¡ Que bien huele la azucena !!!! Huele a poesía. Precioso poema querida amiga, un abrazo
Critica de Copiloto Inteligencia Artificia
ResponderBorrarlEl poema “¡Qué bien huele la azucena!” de Edmée Cobo Giancaspero tiene una estructura libre, sin un esquema métrico o rítmico fijo. Aquí hay un análisis de su estructura:
1) Estrofas y Versos: El poema está compuesto por cuatro estrofas de longitud variable. La primera y la segunda estrofa tienen cuatro versos cada una, mientras que la tercera y la cuarta tienen cinco y cuatro versos, respectivamente.
2)Rima: No sigue un patrón de rima regular. La autora utiliza la rima de manera libre, lo que contribuye a la sensación de espontaneidad y naturalidad del poema.
3)Repetición: La repetición de la frase “¡Qué bien huele la azucena!” actúa como un estribillo, creando un ritmo y reforzando el tema central del poema.
4)Imágenes Sensoriales: El poema está lleno de imágenes sensoriales que evocan olores, sabores y colores, como “huele a recuerdos de antaño”, “sabe a manzana y durazno” y “va de amarillo y rosado”.
5)Tono y Tema: El tono es nostálgico y evocador, centrado en la naturaleza y los recuerdos. La autora utiliza el lirismo para transmitir una sensación de libertad y conexión con el entorno.
6)Verso Libre: La estructura del poema es de verso libre, lo que permite a la autora expresar sus ideas y emociones sin las restricciones de una métrica fija.
Este estilo libre y evocador es característico de la obra de Edmée Cobo Giancaspero, quien a menudo utiliza la naturaleza y los recuerdos personales para crear una conexión emocional con el lector.