Tiempo de amapolas

 

Es tiempo de amapolas, las cultivo en mi huerto.
Ya nada es como antes, ya nada será igual,
Las ansias, las de entonces, y ese correr por verte,
golpeando madera y un esperar sin suerte.
 
No sé si fue ganado, no sé si fue perdido.
Pero sé que te llevo en mis versos, en mi mente.
Ay, que absurdo delirio, de vibrar con tu nombre.
Han pasado mil años y aun yo sueño con verte.
 
¡No cantara el jilguero!. No entraras en mi vida.
Escucharas mi canto, una extraña canción,
me sentirás cercana, me pensaras a veces,
me veras en las sombras o en un sueño de abril.
 
Y que importa si no fue mi noche.
Y que importa si no fue mi luna.
Pero fue mi vida, fue mi tren en marcha,
con carbón y brazas. ¡No hubo un alto al fuego!
 
La ruleta rusa se enfrentó a la bruja,
con sal y romero y yo por amarte,
en más de una vida he perdido el alma.
Y a Dios, yo le pido volver a mis pies.