Fantasma de invierno, que rompes mi paz.
Un siglo,
dos siglos,
eché marcha atrás.
Mi piel de poeta me habló de otro dueño
Y mi sangre -toda- se bañó en el fuego,
una fuerza intensa recogió el misterio,
y mi canto en versos dio origen a un sueño.
Busqué entre sus ojos lo que un día perdí
en cielos lejanos hechos de alhelí.
Un siglo,
dos siglos,
eché marcha atrás.
Mi piel de poeta me habló de otro dueño
Y mi sangre -toda- se bañó en el fuego,
una fuerza intensa recogió el misterio,
y mi canto en versos dio origen a un sueño.
Busqué entre sus ojos lo que un día perdí
en cielos lejanos hechos de alhelí.
Un búho cantó, dos veces cantó,
la tierra tembló al oír su voz.
Al tomar sus manos destino leí,
la tierra tembló al oír su voz.
Al tomar sus manos destino leí,
pinos y eucaliptos rezaron por mí,
emoción mezclé con vino y jerez
como aquella vez que de amor lloré
y
desnudo un beso
como aquella vez que de amor lloré
y
desnudo un beso
me quebró hasta el vuelo,
me abrió las arterias y enterré mi duelo.
© Edmée Cobo Giancáspero
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