Ayer pasó la muerte, pasó con
paso firme.
Pasó por mi vereda, tocó la puerta y timbre,
desmoronó mis muros -agujas en el alma-
Ayer pasó la muerte pasó con
su guadaña,
llevaba un traje oscuro
y lluvia en la mirada
y nubes en los ojos por la vida
truncada.
Y vi sus ojos muertos y
muerta su mirada
y vi caer un árbol, mi alma
destrozada
y vi mi propio
infierno -sin hoy y sin mañana-
Ayer pasó la muerte, yo recé ante su paso
al Dios crucificado, un rosario completo
- alma y paz doblegada- al fin no somos nada.
Hoy lloro, firme, lloro, y lloro
acongojada
¡Qué tristeza maldita! ¡Qué dolor
de poeta!
Ay, inclino mi suerte, al fin no somos nada.
En recuerdos de los míos, de los que yo he amado, y que ya partieron
© Edmée Cobo Giancáspero
Registro de propiedad intelectual
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Código: 1104178992446
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La muerte cuando pasa siempre deja dolor,clara imagen has pintado,no mucho mas que comentar,salvo que lo haces de exquisita manera,y que me encanta pasar por tu poesía.....un abrazo amiga.
ResponderBorrarUn poema hermoso y triste ...
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